La inclusión social: un enfoque participativo para ciudades resilientes

La inclusión social es un componente clave del programa Water as Leverage Cartagena para entender los desafíos y las oportunidades que tiene la ciudad en su camino hacia la resiliencia climática.

Para Water as Leverage Cartagena – WaL- la inclusión social es un proceso transversal en la metodología del programa mediante la cual se prioriza un enfoque inclusivo e innovador para abordar los retos relacionados con el agua. Las comunidades cumplen un rol vital en la acción climática; por ello, para WaL es fundamental tener en cuenta sus conocimientos y experiencias para contribuir al desarrollo de soluciones basadas en la naturaleza frente a los desafíos hídricos de la ciudad.

Una de las estrategias de WaL Cartagena para intercambiar saberes con la ciudadanía y establecer un proceso participativo fue convocar a diferentes actores claves desde el inicio de las fases del programa. De esta manera, las comunidades, miembros de la academia y de los sectores público y privado fueron invitados a dialogar y a aportar con sus ideas en diferentes eventos, en los cuales se propiciaron interacciones horizontales, con el objetivo de favorecer la receptividad, fomentar la confianza y facilitar la toma de decisiones. 

Involucrar el conocimiento local 

Los equipos multidisciplinarios de Water as Leverage Cartagena partieron del componente social para reconocer los sentires de las comunidades ante las problemáticas ambientales y sociales vinculadas al agua. Este proceso metodológico inició con escuchar y comprender los contextos y necesidades de las personas mediante visitas preparatorias a los territorios, encuentros y charlas para, posteriormente, integrarlos en las propuestas de diseño.

En esta primera fase, los equipos invitaron a líderes, lideresas y consejos comunitarios cercanos a las cuatro áreas claves o hotspots definidos por el programa (el sistema de canales, el frente marino-costero, la bahía de Cartagena y la Ciénaga de la Virgen) a hacer parte de espacios de diálogo: «nosotros pensamos desde un inicio que se necesitaba un enfoque local, dependiendo de la comunidad con la que se fuera a trabajar, porque sabemos que la participación y la inclusión con las comunidades tiene que ser desde el principio y tiene que ser permanente, para generar con ellos un grado de confianza y un relacionamiento transparente», manifiesta Catalina Julio, colíder local del equipo ConAgua. 

Estos actos participativos fueron esenciales para apreciar los diferentes puntos de vista de la ciudadanía y valorar sus experiencias. Al respecto, Marilyn Narváez, especialista en Gobernanza del equipo ConAgua, explica que el primer ejercicio fue acercarse al aspecto social de las comunidades: «hicimos un primer taller cultural donde queríamos mirar la historia, los antecedentes y el acercamiento que tienen las comunidades con relación al agua y las iniciativas locales que existen en esos sectores, de allí se desprendieron otros talleres en los que la comunidad era la gestora del espacio, de la convocatoria, para que se sintieran parte de la construcción del mismo taller; eso se sintió en la receptividad del programa en las personas». 

En esta conversación de doble vía con la población se destaca la participación de líderes sociales y ambientales con los que fuera posible replicar el mensaje y comunicarlo entre los habitantes, además de alinear los objetivos del programa con acciones en marcha para el mejoramiento del territorio y la protección de los recursos naturales. Adriana Bermúdez, bióloga e investigadora del componente ambiental en el equipo Raíces de Cartagena, plantea que, gracias a esa escucha atenta de las comunidades, «con este proyecto estamos logrando una armonización porque la idea es recuperar los cuerpos de agua y que no se vean como una amenaza, sino como una ayuda para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos».

Construcción de ideas de codiseño

Durante la primera fase del programa se llevaron cabo tres talleres locales de diseño, un taller cultural y encuentros sociales en los que participaron las comunidades, el sector empresarial, la academia y el Gobierno local para analizar los enfoques y propuestas ante los desafíos climáticos de la ciudad, encuentros que contaron con la presencia de más de 700 personas. Estos espacios fueron insumos centrales para las propuestas preliminares de los equipos de WaL que se plasmaron en 11 diseños de infraestructura sostenible.

Además, se realizó el Foro Construyendo con el Agua donde se socializaron estas propuestas, un evento que reunió cerca de 400 personas. Este relacionamiento estratégico incluyó también un taller de financiamiento con bancos de desarrollo, fondos de inversión y Gobierno local para la viabilización técnica y la movilización de recursos hacia la implementación futura de los proyectos en Cartagena. 

Con la experiencia en las primeras fases, el programa Water as Leverage Cartagena -Construyendo con el agua-, ratifica la importancia del trabajo colaborativo donde la población es la protagonista de las transformaciones sostenibles que se emprendan. Dialogar seguirá siendo la base de las siguientes etapas.